Ya tienes tu plan de contenidos. Bien. Calendario editorial y blog corporativo en marcha. Bien. Generación de contenidos en la línea de salida. Bien. ¿Todo listo? No, espera.

¡Te has olvidado de la línea editorial! ¿Qué es eso y por qué parece tan importante?

Por qué crear una línea editorial

Para atraer los lectores adecuados

En su noción tradicional en el medio periodístico, la línea editorial engloba el conjunto principios sociopolíticos en los que se basa la redacción de contenidos. Hoy en día las cosas han cambiado mucho, aunque la idea de fondo sigue siendo la misma, ganarse a los lectores y hacer que conecten con el contenido y por ende, la marca.

Para que los contenidos no pierdan su coherencia

El Marketing de Contenidos es una decisión estratégica cuyos objetivos deben estar alineados a los de negocio. Cada pieza de contenido que creemos debe tener un objetivo claro, y la línea editorial es la “norma” que da coherencia a todo lo que la marca genere.

Para transmitir la misma idea

Como veremos más adelante, la filosofía de marca engloba las creencias bajo las que se establece el tono del mensaje. Nuestra propuesta de valor debe casar con todas y cada una de las piezas de contenido producidas o estaremos mandando mensajes contradictorios.

Cómo hacer una línea editorial

¿Qué queremos solucionar?

Otros lo llamarán nicho de mercado o problema. El caso es que tengas bien identificado eso que tus consumidores perciben como un problema y para el que están buscando una solución.

¿Cómo lo vamos a solucionar?

Habrás detectado que muchos productos o servicios no son nada “originales”. Solucionan problemas antiguos (Louis Vuitton hace maletas como Samsonite) para los que existen otros productos. No siempre nuestra solución tiene que ser el “Qué” sino el “Cómo”.

¿En qué creemos?

Este epígrafe resumiría la filosofía de marca; el conjunto de valores que la define, su ideario y sus normas. Aquí es donde entra en juego los principios y el desarrollo del storytelling de la marca.

El mensaje se puede definir en una pocas frases, pero la forma en la que la comunicas, tanto en texto como de forma visual, requiere que te pares a pensar en si ese mensaje es algo más que “Un producto de máxima calidad sin competencia en el mercado”

¿De qué hablamos?

Detengámonos un momento a analizar las categorías en las que se van a encuadrar los contenidos. La línea editorial recogerá la temática del blog y dejará escrito de qué y sobre todo de qué no habla el blog.

Desde el punto de vista SEO, estas categorías deben estar basadas en las palabras clave del previo keyword research.

Pero ¡Ojo!. Las categorías deben responder también a nuestra propuesta de valor.

¿Con quién hablamos?

O lo que es lo mismo, nuestro target o buyer persona.

Ten en cuenta que la línea editorial contempla siempre el cliente final, independientemente de quien te lea. No caigas en la tentación de redefinir tu cliente ideal basándote en quien te lee, aunque tengas algún que otro troll, esos no son tus clientes ideales.

¿Cómo hablamos?

Es hora de las normas, los recursos, las palabras y la estructura que vamos a utilizar en los contenidos, todo ellos encuadrados en un Manual de Estilo.

Este manual te ayudará a definir el formato del mensaje, de forma que se mantenga una coherencia entre los diferentes contenidos. Debe contener como mínimo los siguientes parámetros:

• Elementos de maquetación tales como tipografía, colores y espacios en blanco.

• Aspectos del lenguaje como el tono, uso correcto del lenguaje, la gramática, la puntuación y la ortografía.

• Normas visuales para la creación de imágenes y otros materiales gráficos.

En resumidas cuentas, una línea editorial te ayudará a mantener coherencia en todo aquello que publiques, de manera que se respire el mismo aire, independientemente de quien lo cree o de qué formato se elija.

Y si tienes dudas de cómo abordar la línea editorial de tu proyecto de contenidos, contacta conmigo y trabajaremos juntos.